El día que Antonio Armas se quedó en el círculo de espera

En el Juego de Estrellas de 1984, celebrado en el Candlestic Park, en San Francisco, el manager Joe Altobelli no sacó a batear al venezolano, a la postre líder jonronero

El año 1984 fue pródigo en acontecimientos. En febrero Jaime Lusinchi asumió la Presidencia de la República de manos de Luis Herrera Campins, y casi de inmediato –tras destituir al presidente del Banco Central, Leopoldo Díaz Bruzual- fijó el precio del dólar a 7,50 bolívares para importaciones e intereses de la deuda.

Sin embargo, esa transición de Copei a AD no provoca mayores tensiones en el pueblo, que sigue disfrutando de las prerrogativas de una industria petrolera que soporta el peso de la economía nacional.

Entretanto, deslumbraban en las Grandes Ligas peloteros venezolanos de gran talento, tal era el caso del catcher Baudilio Díaz de los Filis de Filadelfia, David Concepción, campocorto de los Rojos de Cincinnati, Jesús Marcano Trillo, camarero de los Gigantes de San Francisco y Antonio Armas, artillero de lujo de los Medias Rojas de Boston.

Precisamente Antonio Armas llevaba adelante una atractiva temporada en medio de una poderosa alineación en la que compartía el outfield nada menos que con Dwight Evans y Jim Rice.

En la temporada anterior (1983), a la sazón su primera con Boston, el artillero de Puerto Píritu había conectado 36 jonrones (segundo en la Americana) y empujado 107 carreras (séptimo), razón por la cual la exigente fanaticada de los Medias Rojas tenía enfocada toda su atención en él.

Y la verdad es que Armas no los defraudó, al punto que al final de la zafra lideró la Liga Americana en jonrones (43), remolques (123) y bases alcanzadas (339).

Fue tal el significado de sus batazos para los latinoamericanos, que hasta el cantautor panameño Rubén Blades lo menciona en los compases de su éxito “Decisiones” de 1984 cuando entona “… con un bat del extranjero que dice Tony Armas, slugger…”.

Entonces, para nadie fue una sorpresa que el nombre del artillero criollo fuera escogido para el Juego de Las Estrellas de las Grandes Ligas, que ese año se disputó el 10 de julio en el Candlestick Park, en San Francisco.

En efecto, Armas figuraba en el grupo de jardineros seleccionados, al lado de Reggie Jackson, Dave Winfield, Rickie Henderson, Jim Rice y Chet Lemon, lo cual llenó de orgullo e ilusión a todos los venezolanos.

Los poderosos jardineros de Boston en 1984 : Rich Gedman, Jim Rice, Dwight Evans, Tony Armas, y Mike Easler// Crédito: @OleTimeHardball

En mucho tiempo un All Stars Game no había despertado tanta atención en el país. Los aficionados criollos se devoraban las noticias deportivas en la prensa local y seguían por Venevisión los comentarios de Gonzalo López Silvero, Carlitos González y Delio Amado León. Se deleitaban con las entrevistas que desde San Francisco llegaban, e incluso hacían comparaciones sobre qué esposa de los peloteros era más bella.

Así las cosas, se dio inicio al juego con los lanzadores abridores Dave Stieb, por la Americana y Charlie Lea, por la Nacional.

Poco a poco el manager Joe Altobelli fue colocando variantes, mientras en Venezuela los aficionados se frotaban las manos. “Ya lo va a sacar a batear, en el otro inning lo coloca de emergente…”, pero nada. Los episodios pasaban y Altobelli ni siquiera le dirigía una mirada a Armas, quien en el dugout esperaba ansioso pero tranquilo.

Barajita de Armas en 1984

La Liga Nacional ganaba 2-1, por lo que todos esperaban la aparición del venezolano en el home plate, quien con un solo swing habría empatado las acciones. Pero nada.

En el cierre del octavo el Viejo Circuito anotó otra carrera para colocar el score 3-1, por lo que no pocos fans aseguraban que Altobelli había reservado a su misil oriental para el último inning, pero nada.

Solo después de dos outs, Altobelli le dijo a Armas que saliera al círculo de bateadores prevenidos, sin embargo se quedó con el bate al hombro luego que el relevista Rich Goosage retirara al último bateador del juego.

Esa fue su decisión
“Después de tantos años puedo decir que no me sentí frustrado por no jugar. Me sentí molesto, eso sí, pero esa fue la decisión de Altobelli y la respeto, fue lamentable, pero…”, dijo Antonio Armas desde Orlando, Florida.

“Posteriormente le demostré que yo podía con la responsabilidad, ya que fui líder jonronero y empujador”, agregó.

Pero todo no quedó allí, ya que después de haber salido derrotado como manager y de dejar en el banco a Armas, Altobelli fue centro de miles de cartas de aficionados de los Medias Rojas de Boston que lo insultaban con todo tipo de epítetos.

“Después, Altobelli me llamó para preguntarme el por qué recibía cartas de fans en las cuales le recriminaban con duras palabras el no haberme puesto a batear. Le dije que esa había sido su decisión y que debía afrontar las consecuencias. Hace pocos años nos encontramos y me dijo que todavía recibía cartas en las que lo insultaban, y nos echamos a reir”.

Altobelli recibió miles de cartas insultándolo por no poner a jugar a Armas

Reconoce Antonio Armas que tenía mucha ilusión de jugar en San Francisco su segundo All Stars Game, pero que en Cleveland, tres años antes, había sido mucho más especial porque fue convocado por primera vez.

“Entonces, en 1981, la temporada empezó tarde por la huelga, pero yo era líder jonronero y me seleccionaron. Fue muy especial porque en Cleveland nos reunimos Concepción, Marcano Trillo, Baudilio y yo”.

Armas sonríe antes de confesar: “Pero más vale que no me hubiesen sacado a batear, ya que me enfrenté a un demonio llamado Nolan Ryan que lanzaba entre 101 y 104 millas por hora, y con ese frío que hacía en Cleveland yo lo que quería era terminar pronto. ¡Muchacho! Qué foul, ni qué foul. Tres piedras y pa´l dugout. Le dije, te regalo el home y me ponchó”.

Explica que luego se enfrentó varias veces con Ryan, con resultados parejos. “Me ponchó, pero también le dí varios jonrones, así que yo lo tengo en mi libro, pero él me tiene también en el suyo”.

Antonio Armas tiene en un recóndito lugar de su memoria el episodio de San Francisco cuando solo pudo hacer swing en el círculo de espera; mientras tanto, Joe Altobelli murió en marzo de 2021 con el recuerdo todavía fresco de su decisión. Los aficionados no lo dejaron olvidar.

Video completo del juego de estrellas de MLB 1984. Observe el detalle del noveno inning cuando Armas queda en el círculo de espera.

Autores

  • Periodista de larga trayectoria, especialista en la fuente deportiva y caraquista por siempre. Síguelo en Twitter: @Leonatico

Antonio Castillo

Periodista de larga trayectoria, especialista en la fuente deportiva y caraquista por siempre. Síguelo en Twitter: @Leonatico

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